L’art, tant pel que representa com per la tècnica que es faci servir necessita de patrons, d’esquemes. Tant per a la seva creació com per la seva contemplació. En el llibre Vamos, Loison [1] es proposa l’aranya com una adequada guia per a aquesta doble funció. Es tracta d’un monòleg de l’esculptora i dibuixant Louise Bourgeois, recreat pel seu marxant Jean Frémon, a partir de moltes converses que mantingueren tots dos.

Seres a los que echas en falta. ¿Faltar no es lo propio de los seres? ¿No es precisamente faltar lo que mejor saben hacer? Faltarte. Traicionarte, decepcionarte, abandonarte, faltarte. (Pàg, 24)

Ella [la mare] siempre aparece en mis dibujos bajo la forma de una araña. A la gente no les gustan las arañas, por lo general les asustan. las mujeres se suben a un taburete y gritan, los hombres las aplastan con el pie con la autocomplacencia de quien realiza una buena acción.

A ti, en cambio, las arañas te gustan, son bonitas, son limpias, tranquilas y a la vez veloces. Permanecen en los rincones, inmóviles, ningún movimiento inútil, nada de prisas ni histeria, un animal sereno, distante, que observa. La paciencia animal. (Pàg 31)

[1] Frémon, Jean. Vamos Loison. Barcelona : Elba, 2019. ISBN 9788494796678
Traducció d’Ignacio Vidal-Folch.
Obra original: Cal-me toi, Lison. P.O.L., 2016